La lista de hoy recoge los mayores atropellos que se cometen contra la tradición y el buen gusto pizzero a lo largo y ancho del planeta.
El País
Madrid. La mayoría nos repugnan, y unos pocos los disfrutamos con la vergüenza y la culpabilidad de quien sabe que eso no está bien, pero le gusta. Para comentar algunas de estas maravillas, reclutamos a dos italianos residentes en España: Anna Mayer, que imparte talleres de pizza y es autora del blog gastronómico Panepanna, y Marco Bozzer, periodista italiano especializado en gastronomía.
1. Patatas fritas
Hidratos fritos sobre la pizza, qué gran idea. Marco Bozzer nos informa de que este engendro vuelve locos a los adolescentes italianos. "Muchos pizzeros napoletanos, para no verse obligados a prepararla, se queman adrede el brazo dentro el horno de leña". "Mira que se puede hacer una pizza sencilla, rica e incluso tradicional con patatas en láminas finas, que se cuecen directamente en el horno", añade Anna Mayer. "Con patatas fritas no lo entiendo, de verdad. Multiplicas el trabajo (las patatas habrá que freírlas) y las calorías. ¿Para qué?”
2. Plátano, chocolate, nubes y dulce de leche
Si eres drogadicto, te has fumado 25 porros y tienes unos munchies que te comerías a tu madre untada en leche condensada, esta pizza es correcta. Si no, no. Marco no ha vuelto a dormir desde que la vio. "Esto aporta tantas vitaminas, proteinas y azucares que no hace falta comer nada más durante meses. Yo añadiría otras frutas, por aquello de la salud".